La muerte se enamoró de mí

El cine es representación y en cada una de sus cuadros se muestra la visión del director o guionista sobre algo o alguien. También, muestran al público las conductas de las personas desencadenadas por sus estados de ánimo, o sus percepciones sobre la vida, al amor, la muerte, la felicidad o la depresión.

Macario (1960), de Roberto Gavaldón.
Macario (1960), de Roberto Gavaldón.

Naturalmente, las puestas en escena cinematográficas están mediadas culturalmente por su entorno, en tanto producto de seres creativos de su tiempo y como producto dirigido al consumo. De esta manera, su pensamiento queda enmarcado; pero como buen arte, el cine es transgresor al desafiar la concepción común.
En la cultura mexicana, la muerte es tanto un tabú como risa a carcajada suelta, es el velorio y la prosa popular, es la tragedia y la comedia al mismo tiempo; pero ambas partes siempre están en contacto. Es la negación del temor inexorable al futuro y al más allá. Los humanos somos expertos en la vida, nuestros hábitos y rutinas, por ello, la muerte es el destino sin retorno oscuro y desconocido.
Bajo este contexto, la muerte podría entenderse como lo hace el director Roberto Gavaldón en Macario (1960), historia en la cual, Ignacio López Tarso interpreta a un indígena que entabla una relación con la muerte, quien le proporciona el poder de curar a ciertos enfermos cuyo plazo de existencia aún no termina. Sin embargo, este acuerdo desencadena propio fallecimiento de Macario.
Años atrás, en 1951, La Catrina de José Guadalupe Posadas, sirvió como inspiración a Ernesto Cortazar y Fernando Galeana para representar a la muerte como una mujer elegante. La modifican, abandonan la palidez de su esqueleto y la convierten en una mujer bella y amable, su representación quedó a cargo de Miroslava Stern. En esta película, la muerte desea conocer la forma en que viven las personas y experimentar las emociones que ha visto reflejadas en sus rostros. La muerte en esta cinta es una presencia cálida y próxima, y no una desconocida a la que deba temerse.
El nombre de la película es La muerte enamorada, y allí se reflexiona sobre las veces en que las personas juran vanamente, por ejemplo, en la expresión: “daría 10 años de mi vida para lograr esto”. A medida que estas frases se repiten se acorta la fecha de vida, y esto lleva al individuo a reflexionar sobre el tiempo que desperdicia al desear cosas, en sus mayoría caprichos, inalcanzables, ya que la muerte, en esta cinta, castiga la ambición y la pereza. Sin embargo, la muerte se encariña con la forma de vida humana y del hombre que le permitió ser parte de su vida, de quien se enamora.

La muerte enamorada, Ernesto Cortazar.
La muerte enamorada (1951), Ernesto Cortazar.

Visto desde la perspectiva de los cuentos de hadas, este filme es una historia romántica más de la época de oro del cine mexicano; sin embargo, en términos culturales, en específico, de la mexicanidad, esta construcción cinematográfica es una apropiación del hombre sobre la muerte.
En este periodo del cine mexicano, las historias reflejan la construcción del poder patriarcal, y se nota en aquellas películas, por ejemplo, donde Pedro Armendáriz domina a María Félix, y consecuentemente, se muestra a la mujer como una posesión más. En La muerte enamorada, la representación de la muerte juega esta dinámica, el hombre bueno y justo consigue que aquella mujer misteriosa, hermosa y poderosa se enamoré de él. Esta concepción implicaría incluso un desafío a la doctrina católica, pues para qué hace falta creer en la salvación, si se considera a la muerte como el paraíso del amor eterno del hombre no pecador.
Macario es una de las obras cumbre de la cinematografía nacional, merecedora de premios a nivel internacional y una cristalización de lo mexicano, mientras que La muerte enamorada es relevante a medida que el hombre conquista a la muerte, siempre y cuando esté representada por una mujer hermosa y a merced de los encantos masculinos. 

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Por: Fernando Gómez Castellanos, periodista, y doctor en Comunicación por la UNAM. | Twitter: @Herr_Fer.