Debido al poder político en México se desarrollan historias turbulentas en contextos sombríos, donde la corrupción es un eje para el enriquecimiento ilícito. Pareciera una cuestión cultural, arraigada y necesaria para la continuidad del grupo en el poder.
La terca memoria, Julio Scherer. |
La problemática del poder no sólo configura una cuestión teórica, indica Michel Foucault, sino que es parte de las experiencias personales, para analizarlo hay que hacerlo desde las relaciones de poder. Julio Scherer García en La terca memoria se adentra en lo profundo de dicho sistema y expone la verdad sin importar las consecuencias.
Scherer explica que para desarrollar el título no habría más tema que Luis Echeverría, a quien señala como el protagonista del atentado contra el Excélsior, en 1975. “Mató, traicionó, fue hombre vil”. Sin embargo, para que pudiera significar alguna novedad para el lector decidió en este libro practicar el texto en primera persona.
Para el escritor Carlos Monsiváis, Scherer se niega a complacer los caprichos del expresidente Echeverría que le exige la salida de los colaboradores críticos, por eso el golpe al Excélsior es consecuencia de la lucha entre una terquedad informativa y el anhelo de controlar la realidad a través de la desinformación programada. A los políticos y a los presidentes les fastidia e indigna que se les denuncie.
Para la periodista Carmen Aristegui el valor de este libro es la decisión de Scherer de "reportear sus recuerdos" y colocarlos ante los lectores describiendo la relación entre prensa y política.
Para Anabel Hernández, autora de Los señores del narco, el fundador de Proceso "ha escrito historias que nadie ha querido escribir", donde no hay espacio para medias tintas, por ejemplo: el capítulo protagonizado por Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, donde el primero le da un puñetazo al segundo, debido a un conflicto personal y pide a Scherer que no publique el hecho, a lo que él responde “cuando no quiera que las cosas se publiquen, don Mario, no las haga en público”.
Otros pasajes que relata son la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco perpetrada por el gobierno de Díaz Ordaz, y la relación de favoritismo a la revista Nexos que sostuvo Héctor Aguilar Camín y Carlos Salinas de Gortari.
Ignacio Solares indica que Julio Scherer «hace una disección rigurosa no sólo de los personajes que menciona, sino de sí mismo», lo cual se nota en la narración anecdótica que hace sobre la relación de amistad con mantuvo con Carlos Hank González. Este recurso narrativo permite a Scherer exponer a profundidad la trama de corrupción del exgobernador del Estado de México, quien consideraba “que el presidente de la República era el único poder aquí en la tierra; nunca caería en el error capital de contradecirlo o ponerlo en duda”.
Este libro de anécdotas sobre periodismo y poder es también la continua denuncia a las malas acciones que realiza la clase política para mantener su posición. Scherer, además, considera que "el periodismo padece la esclavitud del presente", pero hay que recurrir a la memoria (histórica), como lo hace con el sexenio de Miguel Alemán, "iniciador de una serie de mandatarios parecidos a él, que no se han dado por generación espontánea. Cada uno ha dejado testimonio de su propia negación del país hasta llegar a Fox".
Leer el estilo narrativo que ejerce Scherer a lo largo de La terca memoria es conocer un ejercicio claro y sencillo, sin artilugios de lenguaje. Es un periodismo sincero que busca justicia desde las entrañas del poder.
•Julio Scherer, La terca memoria, Debolsillo, México, 2008.
---- De la redacción, Apóstrofe.