Retornar a su lugar de nacimiento para suicidarse, esa es la idea del protagonista de esta historia, Julián Dalmau. Además, trae consigo la carga de una enorme pérdida, y sabe que la nostalgia lo ayudará a cumplir su objetivo, el cual tiene pensado ejecutar frente al público de la primera función de su puesta en escena Cuatro gatos encerrados, allí se ahorcará.
El retablo del Conde Eros es una novela del escritor y ensayista Eliseo Alberto, ambienta en La Habana de los años cincuenta. De esa Cuba pre-revolucionaria, de la que se dice era divertida “pero llegó Fidel y se acabó la fiesta”.
Dalmau fue actor en Nueva York y consiguió algunos éxitos en Hollywood pero después de su pérdida su vida pasó a hacer sombría, llena de dudas, de nostalgias y dolor existencial. Es en ese momento decidió dar su último viaje y morir donde nació.
Por su parte, el Conde Eros es un escritor fracasado. Es una persona querida por su comunidad, sin embargo, tiene un lado oscuro. Es una especie de antihéroe con una honestidad molesta, que lacera pero que lo convierte en una especie de guía espiritual.
El Finisterre es un teatro nocturno; es un burlesque donde presentan espectáculos exóticos. Es un sitio entre lo mágico y lo decadente. Entre sus paredes hay momentos de sexo apasionado y de historias de amor sin prejuicios protagonizados por seres solitarios y nostálgicos.
Las descripciones y pistas narrativas sobre el ambiente muestran la transición histórica por la que atraviesa Cuba. El estilo literario es un realismo mágico propio del autor, que llega a ser más mágico y, paradójicamente, cruel. Los personajes, por su parte, quedan desnudos y expuestos ante sus demonios, así como cualquier lector expuesto ante sus pesadillas.
“La vida es una extrañeza perpetua… Nunca pensó en la posibilidad de un presente tan distinto a lo previsto en sus sucesivas depresiones, un mundo milagrosamente equilibrado sobre la cuerda floja de lo sublime y lo grotesco”.
El estilo de Eliseo Alberto tiene, sin duda, un toque personal de realismo mágico. Su narrativa transporta al lector a lo profundo del alma del personaje y lo hace partícipe de su nostalgia.
•Eliseo Alberto, El retablo del Conde Eros, Planeta, México, 2008.
El retablo del Conde Eros, Eliseo Alberto. |
El retablo del Conde Eros es una novela del escritor y ensayista Eliseo Alberto, ambienta en La Habana de los años cincuenta. De esa Cuba pre-revolucionaria, de la que se dice era divertida “pero llegó Fidel y se acabó la fiesta”.
Dalmau fue actor en Nueva York y consiguió algunos éxitos en Hollywood pero después de su pérdida su vida pasó a hacer sombría, llena de dudas, de nostalgias y dolor existencial. Es en ese momento decidió dar su último viaje y morir donde nació.
Por su parte, el Conde Eros es un escritor fracasado. Es una persona querida por su comunidad, sin embargo, tiene un lado oscuro. Es una especie de antihéroe con una honestidad molesta, que lacera pero que lo convierte en una especie de guía espiritual.
El Finisterre es un teatro nocturno; es un burlesque donde presentan espectáculos exóticos. Es un sitio entre lo mágico y lo decadente. Entre sus paredes hay momentos de sexo apasionado y de historias de amor sin prejuicios protagonizados por seres solitarios y nostálgicos.
Las descripciones y pistas narrativas sobre el ambiente muestran la transición histórica por la que atraviesa Cuba. El estilo literario es un realismo mágico propio del autor, que llega a ser más mágico y, paradójicamente, cruel. Los personajes, por su parte, quedan desnudos y expuestos ante sus demonios, así como cualquier lector expuesto ante sus pesadillas.
“La vida es una extrañeza perpetua… Nunca pensó en la posibilidad de un presente tan distinto a lo previsto en sus sucesivas depresiones, un mundo milagrosamente equilibrado sobre la cuerda floja de lo sublime y lo grotesco”.
El estilo de Eliseo Alberto tiene, sin duda, un toque personal de realismo mágico. Su narrativa transporta al lector a lo profundo del alma del personaje y lo hace partícipe de su nostalgia.
•Eliseo Alberto, El retablo del Conde Eros, Planeta, México, 2008.
---- De la redacción, Apóstrofe.