La novela La plaza de Luis Spota está construida con elementos de ficción y fragmentos de autores que escribieron sobre el Movimiento Estudiantil mexicano de 1968, como Carlos Monsiváis y Elena Poniatowska. La versión que planteó la novela no agradó a los intelectuales y escritores de dicha generación por lo que exigieron que se reescribiera.
Esta obra expone una versión distinta sobre lo acontecido aquella noche del 2 de octubre de 1968, y da al Gobierno mexicano la posibilidad de excusarse de su responsabilidad y refuerza el argumento que señala que las acciones ejecutadas por el ejército fueron con la finalidad de mantener la paz, pues dicho Movimiento, según el Estado, había sido creado por extranjeros, por la CIA o por comunistas.
La obra trata sobre la venganza de Domingo, un padre de familia que perdió a su hija Mina, aquella noche en Tlatelolco, ejecutada por el Escuadrón Olimpia. Para consumar su propósito, junta a un grupo de personas que atraviesan la misma situación, con la finalidad de secuestrar y juzgar al político que dio la orden para detener el Movimiento a cualquier costa.
En la obra se describe a Mina como una joven de 18 años, activista y bohemia, impregnada de ideas de liberación feminista. Ella a su padre, le hace ver que son tiempos de cambio.
Por su parte, Domingo, en un momento reflexivo, menciona: «Escucho una voz: la cólera de los jóvenes está justificada. Nos rehusamos a admitir que, así como nosotros creamos nuestro mundo, ellos tienen derecho a intentar el suyo».
La novela muestra a la juventud de clase media mexicana enfrentarse al sistema dictatorial del Estado, también, señala la frivolidad de dicha posición social. Los personajes se mantienen al tanto de lo que acontece en México y el extranjero. En dicho periodo, el mundo se encuentra dividido ideológicamente por la Guerra Fría.
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La plaza, de Luis Spota. |
Esta obra expone una versión distinta sobre lo acontecido aquella noche del 2 de octubre de 1968, y da al Gobierno mexicano la posibilidad de excusarse de su responsabilidad y refuerza el argumento que señala que las acciones ejecutadas por el ejército fueron con la finalidad de mantener la paz, pues dicho Movimiento, según el Estado, había sido creado por extranjeros, por la CIA o por comunistas.
La obra trata sobre la venganza de Domingo, un padre de familia que perdió a su hija Mina, aquella noche en Tlatelolco, ejecutada por el Escuadrón Olimpia. Para consumar su propósito, junta a un grupo de personas que atraviesan la misma situación, con la finalidad de secuestrar y juzgar al político que dio la orden para detener el Movimiento a cualquier costa.
En la obra se describe a Mina como una joven de 18 años, activista y bohemia, impregnada de ideas de liberación feminista. Ella a su padre, le hace ver que son tiempos de cambio.
Por su parte, Domingo, en un momento reflexivo, menciona: «Escucho una voz: la cólera de los jóvenes está justificada. Nos rehusamos a admitir que, así como nosotros creamos nuestro mundo, ellos tienen derecho a intentar el suyo».
La novela muestra a la juventud de clase media mexicana enfrentarse al sistema dictatorial del Estado, también, señala la frivolidad de dicha posición social. Los personajes se mantienen al tanto de lo que acontece en México y el extranjero. En dicho periodo, el mundo se encuentra dividido ideológicamente por la Guerra Fría.
Algo sobre la narrativa de Spota
El autor recurre al «recuerdo próximo» para describir la forma en que murieron las víctimas aquella noche y explicar cómo se fueron gestando los hechos históricos. Los personajes son sencillos, gente común: obreros, profesionistas, estudiantes, que tienen esa carga de consciencia de estar olvidando lo acontecido, dicho argumento, expone la volatilidad de la corta memoria mexicana.El investigador José F. Conde expone que los «personajes son reconocibles en la vida real:
en los vericuetos de la política, en las calles y sitios públicos. Más que
conocedor del alma humana —Luis Spota—, es un certero observador de las
actitudes y los gestos que acompañan a sus criaturas literarias en su relación
con los demás», también, cada personaje es capaz de construir su calidad moral
y en su conjunto exhibir su doble moral social.
El crítico literario Ignacio Trejo comenta que una de las virtudes de la novela de Spota es saber mantener el interés anecdótico, maneja con naturalidad y precisión «los asuntos nacionales», lo que trae consigo a multitud de lectores, es «lo local arribando a lo universal».
La escritora Sara Sefchovich dice, del también autor de Casi el paraíso (1956), que en sus novelas, expone el complejo, difícil, contradictorio y brutal ejercicio del poder. Para hacerlo, acude a formas narrativas simples como el tiempo lineal donde personajes y situaciones se conforman según las normas de la verosimilitud.
Spota es un escritor reconocido en la literatura mexicana, sin embargo, no por todos los críticos literarios, para algunos es un autor presuntuoso que usa frases hechas, que no tiene recursos literarios para ser uno de los grandes de las letras nacionales, en pocas palabras: es un escritor bestseller.
La plaza es una novela que expone una distinta arista de lo acontecido la noche del 2 de octubre de 1968. El veredicto final sobre la calidad estética de la obra es de los críticos, pero el público es quien decide comprarla para leerla o no.
Por la redacción de APÓSTROFE.
El crítico literario Ignacio Trejo comenta que una de las virtudes de la novela de Spota es saber mantener el interés anecdótico, maneja con naturalidad y precisión «los asuntos nacionales», lo que trae consigo a multitud de lectores, es «lo local arribando a lo universal».
La escritora Sara Sefchovich dice, del también autor de Casi el paraíso (1956), que en sus novelas, expone el complejo, difícil, contradictorio y brutal ejercicio del poder. Para hacerlo, acude a formas narrativas simples como el tiempo lineal donde personajes y situaciones se conforman según las normas de la verosimilitud.
Spota es un escritor reconocido en la literatura mexicana, sin embargo, no por todos los críticos literarios, para algunos es un autor presuntuoso que usa frases hechas, que no tiene recursos literarios para ser uno de los grandes de las letras nacionales, en pocas palabras: es un escritor bestseller.
La plaza es una novela que expone una distinta arista de lo acontecido la noche del 2 de octubre de 1968. El veredicto final sobre la calidad estética de la obra es de los críticos, pero el público es quien decide comprarla para leerla o no.
Por la redacción de APÓSTROFE.