Se piensa que a 51 años de los sucesos de 1968, el país cambió; que por lo que en aquellos años se luchó, ahora forma parte de la cotidianeidad; pero no es así.
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| El ejército entra al Zócalo el 28 de agosto de 1968. |
El 2 de octubre es una fecha tatuada en el pensamiento colectivo de una generación de México. Pero, tristemente, se va reduciendo el número de personas que tienen conocimiento y memoria sobre los fatídicos sucesos ocurridos a principios de octubre de 1968. El 2 de octubre parece una fecha mítica, que parece perdida en el tiempo, la mentira y la desinformación.
En el inconsciente colectivo del país, sólo se recuerdan acontecimientos clave del cómo surgió y cómo se desarrolló el Movimiento Estudiantil, pero pocos tienen en la mente o entienden la magnitud de sucesos como el bazucazo que destruyó la puerta colonial del Colegio de San Ildefonso y que dejó un número desconocido de estudiantes muertos y heridos; las protestas consiguientes que llenaron la ciudad de esperanza, de música, de baile, de color; la marcha del silencio; de las tanquetas entrando al Zócalo capitalino; o del ejército ocupando el Politécnico Nacional y Ciudad Universitaria (violando de esa forma la autonomía de ambas instituciones).
En el inconsciente colectivo del país, sólo se recuerdan acontecimientos clave del cómo surgió y cómo se desarrolló el Movimiento Estudiantil, pero pocos tienen en la mente o entienden la magnitud de sucesos como el bazucazo que destruyó la puerta colonial del Colegio de San Ildefonso y que dejó un número desconocido de estudiantes muertos y heridos; las protestas consiguientes que llenaron la ciudad de esperanza, de música, de baile, de color; la marcha del silencio; de las tanquetas entrando al Zócalo capitalino; o del ejército ocupando el Politécnico Nacional y Ciudad Universitaria (violando de esa forma la autonomía de ambas instituciones).
Específicamente, el 2 de octubre trae a la mente imágenes más cruentas: la gente apostada en medio de la Plaza de las Tres Culturas, el mitin que terminó casi a las seis de la tarde, helicópteros sobrevolando Tlatelolco, bengalas lanzadas al cielo y de inmediato los disparos hacia los estudiantes, obreros, amas de casa y niños, por parte del ejército y del Batallón Olimpia, que eran identificados por sus pañuelos o guantes blancos.
Las pocas personas que aún recuerdan los sucesos, también evocan el misterio del día después. Al otro día, en el principal canal de televisión y en los periódicos de más circulación, no se dijo nada. Se sembró la desinformación y se emitieron comunicados en donde se culpaba a los estudiantes de empezar el ataque en contra del ejército, ya que se decía que hubo francotiradores apostados en los edificios habitacionales y que fueron los primeros en empezar el fuego. Por otra parte, gobierno emitió cifras de muertos que fueron burla hasta para el ciudadano más escéptico. Al final, el gobierno, como en toda la historia del país, dio carpetazo.
A partir de aquí, el 2 de octubre fue comentado y reseñado.
Las pocas personas que aún recuerdan los sucesos, también evocan el misterio del día después. Al otro día, en el principal canal de televisión y en los periódicos de más circulación, no se dijo nada. Se sembró la desinformación y se emitieron comunicados en donde se culpaba a los estudiantes de empezar el ataque en contra del ejército, ya que se decía que hubo francotiradores apostados en los edificios habitacionales y que fueron los primeros en empezar el fuego. Por otra parte, gobierno emitió cifras de muertos que fueron burla hasta para el ciudadano más escéptico. Al final, el gobierno, como en toda la historia del país, dio carpetazo.
A partir de aquí, el 2 de octubre fue comentado y reseñado.
El año pasado se cumplió el medio siglo de la tragedia, se escribieron diversos libros: desde ensayos hasta testimonios; no sólo se volvieron a filmar un par de películas, sino que hasta se produjeron series en Netflix (Tlatelolco, verano del 68) y Amazon (Un extraño enemigo).
Cada año se conmemora la fecha con marchas que inician en Tlatelolco y acaban en la Plaza del Zócalo. Conmemoraciones que han perdido valor y que poco a poco caen en festejos de personas que no están del todo enteradas de los sucesos y sólo marchan por diversión u otros intereses oscuros.
A 51 años, muchos de los participantes del movimiento han muerto y se llevaron a la tumba distintas interrogantes: ¿Qué pasó? ¿Por qué pasó? ¿Quién dio la orden?
Cada año se conmemora la fecha con marchas que inician en Tlatelolco y acaban en la Plaza del Zócalo. Conmemoraciones que han perdido valor y que poco a poco caen en festejos de personas que no están del todo enteradas de los sucesos y sólo marchan por diversión u otros intereses oscuros.
A 51 años, muchos de los participantes del movimiento han muerto y se llevaron a la tumba distintas interrogantes: ¿Qué pasó? ¿Por qué pasó? ¿Quién dio la orden?
Las respuestas, aunque parecen conocidas, siguen siendo inciertas y frías, como las balas que atravesaron los cuerpos de hombres, mujeres y niños ese 2 de octubre. El gobierno parece que vio complots donde no existían y cerrado como es, acabó el movimiento de un tajo, para dar una imagen de orden y progreso ante los países que llegaban para competir en los Juegos Olímpicos.
Parece que el recordar los sucesos es lo único que dejó el 2 de octubre, pero eso no debe ser el único legado del movimiento. No hay que olvidar que éste surgió por una necesidad de cambio, para que cualquier persona pueda aportar ideas y opinar sobre el destino del país.
Una de las aportaciones fue el reclamar y criticar los errores del gobierno. Otra aportación fue la forma de organización; las brigadas cumplieron una gran función al reclutar a mujeres y hombres, que junto con maestros, trabajadores y hasta amas de casa, estaban dispuestos a aportar al movimiento: creando carteles, consiguiendo material, boteando, todo ello era bienvenido.
Parece que el recordar los sucesos es lo único que dejó el 2 de octubre, pero eso no debe ser el único legado del movimiento. No hay que olvidar que éste surgió por una necesidad de cambio, para que cualquier persona pueda aportar ideas y opinar sobre el destino del país.
Una de las aportaciones fue el reclamar y criticar los errores del gobierno. Otra aportación fue la forma de organización; las brigadas cumplieron una gran función al reclutar a mujeres y hombres, que junto con maestros, trabajadores y hasta amas de casa, estaban dispuestos a aportar al movimiento: creando carteles, consiguiendo material, boteando, todo ello era bienvenido.
¿Por qué surgió el movimiento estudiantil de 1968?
Surgió por cerrazones del gobierno, las cuales, sólo beneficiaban a unos cuantos; también por la exclusión que los jerarcas hacían (y siguen) para entrar al sistema. El gobierno se olvidó de las demandas de la ciudadanía. Nada distinto a la actualidad, en donde el gobierno actúa impunemente en beneficio de unos pocos y desatiende las necesidades de las mayorías.Muchos dicen que hay un antes y un después del 2 de octubre. Revisando esa época y comparándola con la actualidad, sólo queda decir que, lamentablemente, algo cambió y lo peor es que ha sido en los jóvenes, los que crearon y pelearon en el verano-otoño de 1968: la apatía venció a la conciencia.
Además de recordar y oficializar al Movimiento Estudiantil, se debe revisar para actuar mejor de lo que se hizo en esos tiempos, debe haber nuevas ideas y retomar las ya existentes para llegar por fin a la igualdad y así tener mejores oportunidades.
Que el 2 de octubre no se lleve en las palabras ni grabado en las playeras; que se retome y se lleve a las acciones.
Josué Flores Lara (@jos_1987) | Escritor y editor
