El pasado viernes 8 de noviembre (de 2019), se cumplieron 500 años de un suceso que cambió la historia, no sólo de México y de España, sino también de la humanidad. En esa fecha, se dio el encuentro de dos culturas, dos cosmovisiones completamente diferentes, con un resultado abruptamente desfavorecedor para una de ellas y por el cual, su descendencia, sigue arrastrando fuertes estigmas hasta la actualidad.
![]() |
| Encuentro entre Moctezuma y Hernán Cortés (Wikipedia). |
Un 8 de noviembre, pero de 1519, el conquistador Hernán Cortés, acompañado de un puñado de españoles, pero seguido de un inmenso grupo de aliados indígenas, entró a la imponente capital del Imperio Mexica: México-Tenochtitlán y en la entrada de la misma, fue recibido por el emperador Moctezuma Xocoyotzin, líder casi divino de los también llamados aztecas.
El encuentro quedó plasmado como testimonio para la posteridad, en tres obras de gran importancia histórica y también artística: Cartas de relación del mismo Hernán Cortés; Visión de los vencidos, compilación de textos indígenas acerca de la Conquista, hecha por Miguel León Portilla; y por último, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo, soldado español que participó en la legendaria gesta y del cual, trata este trabajo.
El autor de la legendaria crónica de hechos, no está del todo libre de la polémica, ya que por principio, algunos historiadores aseguran que no existió y que su Historia verdadera… fue escrita por alguien más, incluso, por el mismo Hernán Cortés. Pero en últimos años, se descubrió un manuscrito en Guatemala (país en donde, diversas crónicas, aseguran que Bernal Díaz vivió gran parte de su vida y desde donde escribiría su relación de hechos sobre la conquista de Tenochtitlan).
Pero dejando de lado esas conjeturas, sin duda Historia verdadera de la conquista… es uno de los mayores logros narrativos y, tal vez, la fuente de información más fidedigna para quien quiera conocer los hechos ocurridos en esa etapa de la Historia.El autor de la legendaria crónica de hechos, no está del todo libre de la polémica, ya que por principio, algunos historiadores aseguran que no existió y que su Historia verdadera… fue escrita por alguien más, incluso, por el mismo Hernán Cortés. Pero en últimos años, se descubrió un manuscrito en Guatemala (país en donde, diversas crónicas, aseguran que Bernal Díaz vivió gran parte de su vida y desde donde escribiría su relación de hechos sobre la conquista de Tenochtitlan).
Y es así, ya que Bernal Díaz se aleja de las relaciones que escribió Hernán Cortés, las cuales, se notan sesgadas hacia su labor como líder, omitiendo datos y hechos de sus compañeros, para quedar como el gran conquistador y tener mayores favores de la Corona de España. Sin duda, hechos comprensibles, si se entiende la intención de Cortés al invadir lo que posteriormente se llamaría Nueva España.
Por su parte, Bernal Díaz narra los hechos desde la mirada del soldado, del que por distintas razones, como pudieron ser económicas, búsqueda de aventuras, nuevas tierras o hasta escapar de la ley, abordó un barco y decidió probar fortuna en tierras “recién” descubiertas y de las que se hablaban maravillas, ya que tenían inmensas riquezas y nativos para disponer.
La visión de Bernal Díaz sorprende demasiado, su forma de narrar es extraordinaria, fluida y no cae en descripciones innecesarias. Por otra parte, da vida no sólo a sus compañeros de armas, sino también a los indígenas que los españoles van encontrando en su camino hacia Tenochtitlan. Por razones entendibles, Bernal Díaz homogeneiza a todos los indígenas, pero también se da cuenta de las diferencias que existen entre pueblo y pueblo y descubre que esas diferencias le serán de gran utilidad a la misión de conquista española.
También, Bernal (aunque él mismo en diferentes ocasiones se disculpa ante sus lectores por su poco bagaje cultural e intelectual) llega a narrar y describir de forma puntual, a todas las ciudades a las que llega, nunca deja de asombrarse ante lo nuevo y aunque se horroriza de prácticas mesoamericanas, como los sacrificios humanos, da cuenta de la vida de los indígenas en su cotidianeidad y el asombro que los mismos indígenas tienen al encontrarse con los españoles.
Sabemos que a mitad del siglo XVI, las novelas de caballería y aventuras eran las preferidas en el mundo europeo y el “descubrimiento” de un nuevo mundo, generó una infinidad de nuevos textos que tomaban esos temas e invitaban a los lectores a forjar su propia leyenda.
Bernal Díaz no fue ajeno a esas ideas y lecturas. Historia verdadera de la conquista de la Nueva España es, sin dudarlo, un texto de aventura, de caballeros y guerreros, de conquistas, de sangre y muerte, pero de sucesos que existieron y que cambiaron la realidad del mundo como se conocía.
![]() |
Supuesto retrato de Bernal Díaz del Castillo. |
Bernal escribe su relación de hechos, no como una novela de aventura, sino como él mismo apunta: para señalar la verdad de lo que ocurrió en la Conquista de México y descalificar a cronistas que no estuvieron presentes en los hechos y que fueron confundidos por presuntos conquistadores, pero que en realidad, tampoco tuvieron parte en los acontecimientos. Específicamente, Bernal descalifica al cronista Francisco López de Gómara.
Bernal Díaz narró esta crónica de hechos ya entrado en la vejez y también nos da, sin querer tal vez, una idea que no ha sido estudiada desde el punto de vista contextual: no a todos los conquistadores les hizo justicia la Corona Española o el gobierno de la Nueva España, por sus labores en la guerra e intervención en México-Tenochtitlan.
Muchos soldados como Bernal Díaz, que también estuvo presente en las expediciones previas a la de Cortés, fueron relegados de sus posesiones y privilegios, a cambio de invitarlos a más aventuras (también Bernal Díaz da cuenta del fracaso que tuvieron cuando Hernán Cortés los invitó a una expedición a Las Hibueras, hoy Honduras), dejándolos en la pobreza y siendo desplazados por personas de más estatus social en España, que poco a poco fueron llegando a las nuevas tierras.
Bernal Díaz del Castillo legó una obra, que sin pretender, es uno de los pocos testimonios acerca de un mundo que fue destruido para edificar uno a la usanza del destructor, pero que se convirtió en uno nuevo. Bernal Díaz rescata los poblados, los paisajes, las formas de vida y a personajes tan importantes como el mismo emperador Moctezuma, a la Malinche, a los aliados tlaxcaltecas: Xicoténcatl El Viejo, Maxixcatzin; y hasta el noble Cuauhtémoc; personajes por demás llenos de drama, envueltos en una situación que difícilmente entendieron.
Bernal dejó una de las mayores piezas históricas y literarias de la humanidad: un relato sobre un puñado de españoles, con un carismático Hernán Cortés como su líder, que “quemó sus naves” para salir victoriosos o morir en el intento de conquistar tierras tan maravillosas y llenas de recursos. Con enorme fortuna, con todo y contra todo lo impensable, Bernal Díaz nos acercó al momento en que cayó una cosmovisión e irremediablemente, nació otra.
Bernal dejó una de las mayores piezas históricas y literarias de la humanidad: un relato sobre un puñado de españoles, con un carismático Hernán Cortés como su líder, que “quemó sus naves” para salir victoriosos o morir en el intento de conquistar tierras tan maravillosas y llenas de recursos. Con enorme fortuna, con todo y contra todo lo impensable, Bernal Díaz nos acercó al momento en que cayó una cosmovisión e irremediablemente, nació otra.
Josué Flores Lara, soy escritor y periodista. Me gusta la literatura, el rock y el futbol. Colaboro en diversos proyectos culturales. Fundé la Editorial Perro Muerto, ahora, Diente de León, sello bajo el que publiqué la obra conjunta: «Encuentros».
Contacto: joss.pjfl@gmail.com

