Es una mezcla de letras, un hervidero de sílabas amontonadas en una hoja de papel. Una sopa de letras es un compuesto derramado en el interior de una olla en forma de libro. La sopa de letras es un caldo insípido que siempre le hace falta sal porque les hace falta sal a los intelectos desabridos.
Un buen caldo de sopa de letras ayuda a relajarte durante los largos viajes que siempre son tediosos en la ciudad de la eterna negligencia, utilizas tu lápiz para encerrar una palabra y luego la llevas a la boca, soplándole por lo caliente que está. La sopa de letras es un menjurje que cura la conciencia de los enfermos que están dormidos por culpa de la realidad y los transforma en locos creativos.
Las palabras que se encuentran en una sopa de letra son arbitrarias, no significan lo que aparentan, lo digo porque un día consumiendo un caldo de letras me encontré con una composición que encerré con mi cuchara y decía: HOT, lo que en inglés significa, caliente; pero mi sopa estaba fría tal como mi corazón. En otra ocasión, me aventuré a probar aquella palabra que solemnemente muchos eruditos nombran «realidad», pero en realidad me pareció un poco cruda.
Para preparar un buen caldo de letras es necesario seguir las siguientes instrucciones:
El número de ingredientes dependerá de los invitados que estás dispuesto a cautivar.
400 gramos de jitomate.
100 gramos de cebolla.
2 dientes de ajo.
Un lápiz.
Un cuaderno.
Una licuadora o un intelecto que sirva para mezclar.
En cuanto haya encontrado inspiración y tiempo para crear una sopa, simplemente agregue todos los ingredientes en el interior de su psique hasta que quede bien fusionado. Vierta toda la mezcla en un cuaderno y ordene las palabras de tal manera que puedan nutrir el alma de cuerpos desnutridos. Sírvase preferentemente sobre un corazón desconsolado o una mente ávida de conocimiento.
Sopa de letras, ficción de Emmanuel Valencia Cuéllar, donde aborda el tema de los intelectuales. Publicado originalmente en Editorial Perro Muerto, en julio de 2018.
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| Sopa de letras, de Emmanuel Valencia. |
Las palabras que se encuentran en una sopa de letra son arbitrarias, no significan lo que aparentan, lo digo porque un día consumiendo un caldo de letras me encontré con una composición que encerré con mi cuchara y decía: HOT, lo que en inglés significa, caliente; pero mi sopa estaba fría tal como mi corazón. En otra ocasión, me aventuré a probar aquella palabra que solemnemente muchos eruditos nombran «realidad», pero en realidad me pareció un poco cruda.
Para preparar un buen caldo de letras es necesario seguir las siguientes instrucciones:
El número de ingredientes dependerá de los invitados que estás dispuesto a cautivar.
400 gramos de jitomate.
100 gramos de cebolla.
2 dientes de ajo.
Un lápiz.
Un cuaderno.
Una licuadora o un intelecto que sirva para mezclar.
En cuanto haya encontrado inspiración y tiempo para crear una sopa, simplemente agregue todos los ingredientes en el interior de su psique hasta que quede bien fusionado. Vierta toda la mezcla en un cuaderno y ordene las palabras de tal manera que puedan nutrir el alma de cuerpos desnutridos. Sírvase preferentemente sobre un corazón desconsolado o una mente ávida de conocimiento.
Sopa de letras, ficción de Emmanuel Valencia Cuéllar, donde aborda el tema de los intelectuales. Publicado originalmente en Editorial Perro Muerto, en julio de 2018.
